martes, 6 de julio de 2010

Cap. 3 : Mi primer día de instituto." PARTE 2"

- ¡ Nessie ! - Decía una voz desde fuera.
En ese momento se me nubló la vista, me apresuré a bajar las escaleras del autobús para ver quién me había llamado.
Justamente al bajar las escaleras, se me desató el cordón del zapato. Entonces me aparte de entre toda aquella multitud y me agaché con el fin de atarmelo.
- Mm... ya está. - Pensé en voz alta.
- ¡ Nessie, estás aquí ! - Decía alguien a mi lado.
No ví quién era, ya que todavía me hallaba en el suelo, pero aquella voz me resultaba familiar, sabía que la había oído antes. Entonces en milésimas de segundo, el hombre a quién correspondía aquella voz, me agarró mi mano con tanta suavidad y ternura que un cosquilleo me recorrió el cuerpo de forma brutal.
- Hola Jacob. - Dije cuando subí mi atolondrada cabeza.
- Bueno, ¿ estás preparada ? - Decía entre risas.
- ¿ Preparada ? ¿ Para qué ? - No comprendía su juego.
- Para enseñarte el instituto, ¿ te acuerdas ? Ayer te dije que te lo enseñaría.
- Sí, claro como no me iba a acordar.
Después de mi última frase, sonrió y agarrados de la mano, nos fuimos.
Me llevó por los vestuarios, por las canchas de fútbol y baloncesto, por las clases, me indicó donde tenía que presentarme por si quería ser delegada, también me guió hacia la cafetería y me prometió comer hoy juntos e indagamos por todos los lugares más emblemáticos de todo el instituto.
- Bueno, te ha gustado. - Formulaba Jacob después de terminar nuestra visita.
- Sí, ha estado muy bien. Gracias Jacob. - Decía cada vez más nerviosa.
- Bueno, son las 14.30. ¿ Te apetece comer ahora ?
- Sí. - Contesté sin persarmelo dos veces, porque después de aquel paseo tenía hambre.
- Genial, yo también tengo hambre.
Nos dirijimos a la cafetería y me pidió que me sentara. Le hice caso y me senté en una mesa de madera que se hallaba al lado de la piscina. Miré al mi alrededor, era lógico que no conocía a nadie pero podía observar a gente que esta mañana había visto. También se sentaban por grupitos y pude ver a los jugadores de baloncesto, a las animadoras, a los emos, a los empollones, a los heavy, a los rockeros y a muchos grupos más sentados en sus mesas, pero en una mesa alejada de todas, se hallaba aquel grupo gótico de esta mañana.
Estaban muy lejos así que no escuchaba lo que decían.
- He traído de todo un poco. - Formulaba alguien a mis espaldas.
Sabía quién era y me giré para decirle:
- Eres muy bueno conmigo Jacob, gracias.
- Nessie una chica tan guapa como tú se merece esto y mucho más. - Contestaba casi sonrojado.
Me gustaba demasiado, mucho tal vez, pero no sabía como decirselo, desearía que el tiempo se parece ahora mismo, pero era imposible.
- Bueno, ¿ que quieres comer primero ?
- Pizza esta bién.
Mientras comíamos nos pusimos a hablar, me preguntaba cosas de mi pasado, de mi familia, de mis amigos y en una de esas me dice:
- Y, ¿ tienes novio ?
- No - contesté - yo, bueno, yo nunca he tenido novio, supongo que ningún chico me quiere.
- ¡ Nessie ! - interrumpió casi enfadado - no digas eso, eres muy guapa y sin ningún chico se te ha acercado es porque tal vez no sea el adecuado para tí, seguro que ninguno te merecía porque fijo que eres lo suficientemente buena para todos.
Me dejó sin palabras. No sabía que decir, pensaba lo mismo que yo y nadie me había dicho algo tan bonito desde hacía un tiempo.
- ¿ Y tú ? - Le dije muy interesada. - ¿ Tú tienes novia ?
- Sí. Pero desde hace tiempo, bueno, estoy pensando en dejarla.
-Mira la parte buena, ahora sólo faltaba que yo diera el paso para conquiestarle. - Pensé para mis adentros.
Pude sentir como sus ojos se llenaban de lágrimas, no sabía el por qué, pero sabía que esas lágrimas no caían, se quedaban en los ojos, eran lágrimas de admiración o también podría ser lágrimas de deseo y furia.
- ¿ Qué hora es ? - Le pregunté a Jacob.
- Son las 4.50.
- Bueno yo me tengo que ir. Gracias Jacob ha sido fantástico esta visita.
- Te acompaño y por favor llámame Jake.
Más tarde volví a mirar el reloj de Jake disimuladamente, habían pasado 5 minutos.
- ¡ Sube ! ¡ Y cuidado ! - Me indicó ofreciéndome su mano para poder agarrarme.
En el coche seguimos la conversación que dejamos a medias en la cafetería. Esta vez, me preguntaba mis gustos musicales, mi comida favorita, mi mascota preferida...
No sabía por qué tantas preguntas, en realidad no comprendía su juego.
- ¿ A qué viene tanta preguntadera ? - Le dije un poco sorprendida.
- Nessie te voy a hacer sincero. Me interesas, me interesas bastante y no te quiero perder.
Mi mente se paró unos minutos. No tenía palabras y por eso no hablé en toda la trayectoria que quedaba, me sentía estúpida y no sabía el por qué.
- ¡ Ya llegamos ! Mañana te quiero llevar yo al instituto.
- Gracias, Jake. Como quieras. Te estaré esperando en la entrada.
- Me gusta como suena mi nombre en tus labios, suena muy apacible y placentero.
- Gracias. - Supuse, tampoco tenía palabras para aquella frase.
Me bajé del coche y sólo dije:
- Adios.
Cuando entré en mi casa las lágrimas de mis ojos caían sin parar. Estaba segura de que aquel chico me gustaba. Era tan romántico, tan dulce y tan guapo que hasta sus frases quedan mejor en su boca que en las de cualquier otro. Nunca había sentido nada igual por cualquier otro chico.
- ¿ Qué tal hoy el instituto Nessie? - Decía mi padre desde el salón.
- Muy bien, Jake, esto, Jacob me lo ha enseñado. - Corregí.
- Ese chico es muy bueno. - Destacaba Charlie.
- Bueno papá, ¡ tengo que hacer deberes ! - Le mentí.
No me gustaba mentir, pero no soportaba aquella conversación con mi padre. Se me hacía raro mostrar mis sentimientos frente a un hombre que desconocía.
- Está bien Nessie. - Me dijo, cogiendo el mando a distancia de la televisión.
Casi eran ya las 6.30 y me puse a ordenar mi cuarto. Me bañé y no sabía que hacer, así que telefoneé a mi madre y hablamos casi 1 hora. Cuando al fin le colgué, le hice la cena a Charlie y también cené yo.
Esa fue la primera vez que soñé con Jacob, o como él quería que le llamase Jake.

sábado, 3 de julio de 2010

Cap. 2 : Mi primer día de instituto." PARTE 1"

- ¡ Nessie ! ¿ Estás levantada ya ? ¡ Cómo no te levantes, llegarás tarde a tu primer día de instituto ! - Decía sin parar Charlie.
- Síii, papá ya estoy levantada y no te preocupes cogeré el autobús de las 7.30 para llegar a las 7.55 al intituto.
- Vale cariño y que lo pases muy bien en tu primer día.
Lo que más me gustaba de mi padre a pesar de ser muy pesado, es que era muy atento conmigo. Pero era mi padre y a mí me enseñaron que un padre por mucho que quiera a su hija nunca podría pensar como ella, para eso estaban las madres pero por desgracia la mía no estaba a mi lado. Mi madre se había casado con otro hombre. Bill me caía bien, era jugador de Béisbol profesional, por eso viajaba mucho y a mí no me gusta mucho eso de viajar de lugar en lugar sin pararte en una zona. Me gustaba tener amigos y si iba con ellos nunca los podría tener. Entonces accedí a vivir con mi padre, Charlie. Pero aún así era lógico que mi padre no sabía como me sentía. Por una parte estaba el instituto y por otra Jacob. Ayer, antes de que mi padre se fuera a dormir le dije gracias, pero no le dije el porque y en verdad no había una explicación exacta.
Miré el reloj por primera vez, marcaba las 7.10 y todavía me quedaba bañarme, vestirme y preparar las cosas. Se me venía el mundo abajo, pero sin pensarmelo dos veces, me metí en la ducha, bañandome con agua caliente y pensando en Jacob una vez más.
Cuando salí y me vestí miré por segunda vez el reloj, habían pasado 10 minutos.
Estando ya casi terminada me suena el despertador que me indica que debía marcharme hacia la parada del autobús. Cogí mi mochila, bebí agua, me eché perfume y salí corriendo hacia la parada.
- ¡ Todavía no ha llegado la guagua, menos mal ! - Pensé muy aliviada.
En la parada había muchas personas y también como había imaginado se hallaban grupos de amigos y amigas. Podía obsevar como los grupos eran totalmente diferentes unos de otros. Diferenciaba por ejemplo un grupo de heavy que se hallaba en la izquierda de un arbusto envejecido. También podía diferenciar algún que otro grupo, pero mis ojos no veían más que personas. Eran tantas las que se hallaban allí que pensé:
- ¿ Cómo podía caber tanta gente en el autobús ?
Pero yo, no menos inferior a los otros, me senté en un banco que había al lado de un grupo de góticas y me puse a leer un libro.
Notaba que las góticas de al lado me observaban pero pasé de ellas.
Entonces viendo mi astucia, una gótica empezó a contar una historia. No puse mucha atención en ella, ya que no era de mi agrado saber historias góticas, pero había algo que me atraía de aquella historia, los lobos. Entonces entre tanta intriga la chica que cuenta la historia se para y dice:
- Se las seguiré contando en el autobús, que por cierto por ahí llega.
En cierto modo tenía razón, el autobús venía para recogernos y llevarnos al instituto. No estaba nerviosa, con aquella historia todos aquellos nervios que tenía, habían desaparecido.
Me subí al autobús y me senté en el primer sitio que pude ver. No había nadie a mi lado, así que me ahorré el tener que presentarme.
Entonces me dí cuenta que había perdido el rastro de aquellas chicas góticas y haciéndome algunas ideas me puse a escribir. Todavía pensaba en la pequeña parte que había escuchado, por eso inventaba cualquier final feliz para aquella desagradable historia.

Cap. 1 : Nuestro primer encuentro.

Este era uno de esos días donde no podía dormir. El nerviosismo me superaba una vez más. El pensar que mañana estaría en el instituto me ponía más inquieta.
Siempre había esperado este momento, me lo imaginaba como las películas: un grupito por allí y otros por allá, las animadoras en la cancha de baloncesto animando a los jugadores, las populares dando guerra por los pasillos donde todo el mundo se apartaba para que ellas pudiesen pasar, los empollones siempre con sus gafas y metidos en las taquillas por los matones...
Pero en fin al menos era un instituto y no iba solo para ver a chicos guapos, sino por sacar mi título y conseguir una carrera que para un futuro sería lo más prudente en dicho caso. Aún así, seguía muy nerviosa y no podía dejar de pensar que me pasaría, si me gastarían bromas o simplemente pasarían de mí, como normalmente todas las personas lo hacían en Toronto.
- ¿¡Nessie!?, ¿ Podrías bajar un momento? - Decía mi padre desde la puerta.
- ¡ Papá estoy muy ocupada ! - Repliqué de forma bruta.
- ¡ Vamos Nessie tus cosas las podrás hacer más tarde, además es una sorpresa ! - Me ordenaba.
Mi padre sabía que las sorpresas no me gustaban pero aún así me las hacía. No sabía si era por fastidiarme o simplemente porque me quería mucho. Casi ya terminando de bajar las escaleras de mi habitación sentí algunas voces. La primera voz que escuché era de chico, se notaba, era una voz hermosa que nada más escucharla hizo que mis piernas temblacen haciendome saltar un escalón y casi tropezarme hacia los demás. La segunda era de mi padre, esa voz ronca de fumar la reconocería en cualquier parte.
Cuando bajé las escaleras ví a mi padre, a un chico a su lado y a un señor de entre 40 y 50 años. Mi padre nos presentó, y no es que era muy vergonzosa, pero aquel chico de ojos marrones y pelo oscuro me avergonzaba bastante.
- Nessie, te presento a Jacob, Jacob Black. - Decía mi padre muy entusiasmado.
- Hola Nessie, encantado de conocerte al fin, tu padre no paraba de hablar de ti mientras estabas en Toronto con tu madre.
- Ho...Ho...Hola Jacob, encantada. - No tenía fuerzas suficientes para decirle más cosas.
- ¿ Bueno queréis algo de tomar ? - Decía mi padre.
Nadie hizo caso de aquella pregunta patética que había formulado mi padre.
De repente Billy, el padre de Jacob, quiso hablar con mi padre a solas. Entonces invité a Jacob a que se sentase en el sofá mientras hablaban Billy y Charlie.
- Bueno, ¿ y en qué insituto estás ? - Decía su voz, lo cual se me hacia difícil responder a esa pregunta y a cualquiera otra ya que me perdía en su espeluznante mirada.
- Pues, en el de Mistic fall, Charlie me ha dicho que tú, bueno...
- Sí, esto, sí yo estoy ahí y creo conozco lo suficientemente el instituto para enseñartelo. ¡ Si tú te dejas claro ! - Decía con picardía.
- Hombre, no sé, tendría que pensarmelo. - Mi corazón iba a mil por hora pero a la vez me sentía relajada, no podía explicar aquella sensación pero es como si sintieras que el chico que esperabas durante mucho tiempo, estaba allí, contigo y eso me establizaba cada vez más.
De repente, sale de la cocina Charlie y Billy, Billy casi enfadado le dice a Jacob:
- Jake, vámonos.
- Bien papá. Nessie te veré mañana en el instituto.
- Claro Jacob y me lo enseñas. - Le dije, con ánimo, pero en verdad me sentía mal, no sabía como despedirme de él, nunca me habían gustado esos momentos.
- Faltaría más, Nessie.
Por un minuto me quedé en el sofá, sentada, pensando en lo mucho que me gustaba aquel chico, me encantaba su sonrisa, su mirada, su pelo, su voz y sobre todo como pronunciaba mi nombre.
- Nessie, deberías irte a la cama, mañana tienes que madrugar. - Interrumpió mi padre.
- Sí, papá tienes razón. - Contesté.
- Buenas noches cariño, que duermas bien.
- Igualmente papá, te quiero. - Le dije con todo mi corazón.
- Y yo a ti, Nessie.
Entonces subí las escaleras intentando no pensar en Jacob para no caerme. Me acosté en mi cama y esta vez pensando en él, me puse a soñar.